El momento decisivo
Corría el minuto 40 en Vallecas cuando Lamine Yamal, tras una internada por banda, cayó dentro del área en un leve contacto con Pep Chavarría. El colegiado no dudó en señalar los once metros. Hasta ahí, todo dentro de lo habitual en el fútbol moderno: jugada discutida, protestas, presión ambiental.
Lo insólito fue lo que vino después. El sistema VAR estaba fuera de servicio desde el inicio del partido por un fallo técnico, lo que imposibilitó revisar la acción. La decisión quedó, por tanto, únicamente en manos del árbitro principal. Sin la habitual comprobación en pantalla, sin líneas, sin repeticiones desde distintos ángulos.
Entre la incredulidad de la grada y las quejas airadas del Rayo, el joven Lamine Yamal asumió la responsabilidad y transformó el penalti en el 0-1. El gol, más allá del marcador, encendió la mecha de la polémica.
Un debate abierto
La acción ha generado un terremoto en redes sociales, tertulias y prensa. ¿Fue suficiente el contacto para decretar pena máxima? ¿Debería haberse suspendido el partido hasta que el VAR funcionara?
- Para muchos, el contacto de Chavarría fue mínimo y jamás debió castigarse.
- Otros recuerdan que el reglamento respalda al colegiado en situaciones donde no hay revisión disponible: su percepción es la única que cuenta.
- El propio Lamine Yamal, tras el encuentro, se mostró prudente: “Yo sentí el contacto y caí. El árbitro pitó penalti, pero nosotros también tenemos que ser más intensos y no depender de una jugada”.
Consecuencias deportivas y anímicas
El gol condicionó el partido. El Barça se fue al descanso en ventaja y con la sensación de haber encontrado oro en un encuentro trabado. El Rayo, por el contrario, salió en la segunda mitad con una furia renovada, empujado por la sensación de injusticia. De ahí nació el empate de Fran Pérez y las ocasiones que casi le dieron el triunfo.
En la clasificación, el empate deja al Barça cuarto, pero el debate sobre el penal eclipsó cualquier análisis táctico o individual.
Más allá del partido: ¿qué pasa con el VAR?
Lo ocurrido abre un interrogante serio: ¿qué protocolos deben seguirse si el VAR no funciona? LaLiga asegura que el fallo técnico fue imprevisto e irreversible, pero clubes y aficionados exigen respuestas. ¿Puede un torneo de este nivel permitirse que un encuentro se decida sin la herramienta que precisamente nació para evitar polémicas?
En Vallecas, la tecnología falló. El fútbol volvió a depender únicamente del ojo humano. Y el Barça, de paso, encontró un gol que todavía hoy sigue siendo discutido.